En el entorno laboral, es importante conocer con detalle las ganancias a percibir. De hecho, es crucial estudiar si antes de llegar a tus manos deben pasar por una serie de filtros. Esto es lo que ocurre con el sueldo líquido y por tal motivo, no deben confundirse, en el marco legal, con remuneraciones.
En Chile, la diferencia marcada entre “sueldo líquido” y “remuneración” consiste en que el primero se trata del dinero que se deposita al empleado. El segundo, por su parte, abarca todo un mecanismo donde se incluye gestión de nómina, pasando por haberes, descuentos y demás valores.
Sueldo líquido: ¿Qué es?
Llamamos sueldo líquido al pago que recibe un empleado. Dicha retribución es el resultado de los descuentos o filtros estipulados por el Código del Trabajo. La cantidad a pagar proviene del sueldo bruto de quien pasará por el proceso de deducciones de ley. Entre estos filtros se encuentran AFP y deducciones de salud.
¿Cómo se calcula?
En primera instancia, debe conocerse el sueldo bruto, pues partiendo de ese monto se determina tal pago tras las deducciones pertinentes.
¿Qué se conoce como sueldo bruto?
Bajo este concepto se define al total del dinero percibido por un trabajador antes de aplicar las deducciones establecidas por ley. También debe pasar por otros descuentos que ameriten. El salario bruto es el producto de la suma entre el salario base y otros ingresos que resulten de la actividad laboral. En tal sentido, debemos distinguir estos conceptos de la siguiente manera:
Sueldo base
Básicamente, consiste en el monto por el cual se contrata a un empleado. Por lo general, es la cantidad de dinero señalada en el documento de contratación.
Ingresos que constituyen remuneración
Son los pagos que la empresa debe honrar a su trabajador como compensación suplementaria por los servicios prestados. Esto se estipula en el artículo 42 del Código del Trabajo, en el cual se enuncia que este término abarca bonos, comisiones, gratificaciones y sobresueldos.
Ingresos que no constituyen remuneración
En este caso, hablamos de los gastos del trabajador para ejecutar sus labores. Como no se trata de un pago por servicios, no se califican como remuneraciones. Por tanto, las cotizaciones previsionales no se ven afectadas. De acuerdo al artículo nº41 del Código del Trabajo, este término engloba asignación familiar, colación, desgaste de herramientas y movilización.
¿Qué descuentos se aplican al sueldo bruto para llegar al sueldo líquido?
Estos descuentos nos llevan poco a poco al monto del sueldo líquido. Por ejemplo, un trabajador percibe un sueldo base de $400.000, pagos que ameritan remuneración de $200.000 y asignaciones que no las constituyen de $150.000. Esto da como resultado un salario bruto de $750.000. Partiendo de este monto se sigue una serie de pasos.
Restar las asignaciones que no ameritan remuneración
En este caso, al sueldo bruto de $750.000 se le sustraen $150.000, dando como producto la cantidad de $600.000. Este monto restante se conoce como sueldo imponible.
Sustraer los descuentos por cotizaciones provisionales
Tomamos el salario imponible, y a este dinero le restamos diversos valores, todos por concepto de provisiones. Por ejemplo:
Salud
Supongamos que abarca un porcentaje del 7%. El mismo varía según la cobertura escogida por el trabajador. Se calcula multiplicando el monto del sueldo imponible por 0.07, lo que da como resultado $42.000.
Administradora de Fondos de Pensiones (AFP)
El aporte mínimo al AFP debe ser del 10%. Sin embargo, debe sumarse la comisión que cobra el empleador, la cual es diferente en cada compañía. Supongamos que al sumar la comisión, el porcentaje total del AFP sea del 12%. Multiplicamos el salario imponible por 0,12; teniendo como producto $72.000.
Seguro de Invalidez y Sobrevivencia
Consiste en extraer el 1,41% del salario imponible. Para esto, se multiplica $600.000 por 0,0141. El resultado de esta operación es de $8.460.
Aporte de Indemnización Obligatoria
La suma a sustraer es del 4,11% del sueldo imponible. En otras palabras, multiplicamos $600.000 por 0.0411. El producto es de $24.660.
Accidentes laborales
El porcentaje a descontar es del 0,95%. Para ello, multiplicamos el sueldo imponible por 0,0095. El monto a deducir es de $5.700.
Tras sumar todas las deducciones, se obtiene una cantidad de $152.820, siendo este el monto a restar del sueldo imponible. Esta cantidad también se conoce como carga prestacional. Al restar $600.000 menos $152.820, tenemos un suelo líquido de $447.180.
Es importante tener en cuenta que toda esta serie de descuentos y filtros debe ir explicada en el comprobante de pago que recibe el trabajador.
El cálculo del salario líquido puede resultar en un procedimiento sencillo. El grado de dificultad radica en la cantidad de empleados para la que hay que llevarlo a cabo. Es por ello que se recomienda el uso de herramientas con las cuales agilizar y/u optimizar el trabajo.
Una manera de cumplir con este fin de manera más fluida, es a través de software que se especialicen en remuneraciones. De esta manera, la compañía empleadora solo tendrá que colocar los datos pertinentes y dar unos cuantos clics. Así, la empresa podrá obtener los sueldos líquidos de sus trabajadores en cuestión de pocos minutos.
Sueldo líquido en Chile: ¿Cómo diferenciarlo del salario bruto?
El sueldo bruto es el monto total que se destina al trabajador antes de aplicar las deducciones estipuladas por la ley. Dicho de otra forma, este monto no es el que llegará su cuenta bancaria a fin de mes. De hecho, la ley obliga a los empleadores a realizar los descuentos que considere pertinentes.
Por otra parte, el sueldo líquido es el monto obtenido tras las deducciones. El también llamado salario neto pactado, es el dinero que recibirá el trabajador a fin de mes. Se corresponde con la remuneración que la empresa ejecuta dentro del pago de nómina. Al percibir este dinero, el trabajador da por sentado que su empleador hace los pagos correspondientes a las cotizaciones de ley.
Esta información debe ser debidamente aclarada tanto en la entrevista de trabajo como en el proceso de ingreso y la redacción del contrato.