Cuando buscamos invertir, decidir la mejor alternativa para ello es una tarea difícil. Si pensamos en fondos, debemos tomar en consideración la extensa variedad de ofertas que existen en el mercado. Lo mismo sucede con los bonos, las criptomonedas, las acciones, y demás opciones.
Como se trata de nuestro dinero, debemos procurar una buena elección. Por el contrario, los esfuerzos habrán sido en vano. En tal sentido, necesitamos que nuestro capital se rentabilice. Partiendo de esta premisa, las alternativas más apropiadas para invertir a mediano y largo plazo son los fondos mutuos y las acciones.
Fondos mutuos: ¿Qué son?
Consisten en la participación de un grupo de inversionistas que se alían para tener acceso a múltiples alternativas de inversión. Los participantes de los fondos mutuos suelen colocar sus capitales en bonos, acciones, entre otros instrumentos de carácter financiero. El dinero depositado en este proyecto es manejado por un administrador de fondos, quien se encarga de las decisiones de inversión. Posteriormente, reparte las ganancias de los inversores según la participación que hayan tenido.
Ventajas de los fondos mutuos
Su principal atractivo es la diversificación. Al invertir en un fondo mutuo, los ahorros pueden distribuirse entre varios instrumentos financieros.
La diversificación es una forma de proteger a los inversores cuando el mercado no está en su mejor momento. Esto se debe a que la inversión en instrumentos de diferente naturaleza, estrategia y/o procedencia aporta mayor estabilidad con el pasar del tiempo.
Por otra parte, los fondos mutuos resultan sumamente atractivos debido a su precio. En años recientes, en algunos casos, este tipo de inversiones se ha tornado relativamente económica. En tal sentido, es importante verificar las comisiones que se le cobrarán a cada inversor.
Acciones: ¿Qué son?
Diariamente, nos encontramos entre múltiples empresas, conglomerados y compañías. Todos estos establecimientos han alcanzado un crecimiento que ha propiciado que cualquier individuo pueda hacerse un lugar como dueño parcial de los mismos. Al comprar una acción, estamos adquiriendo una participación en la empresa. Estas acciones pueden ser de empresas nacionales o de cualquier otro lugar del mundo.
¿Por qué invertir en ellas?
Por excelencia, las acciones siempre han brindado mayor rentabilidad a los inversionistas. De hecho, pueden aportar ganancias de dos maneras:
Apreciación del valor de la acción
Si una compañía tiene éxito, incrementa sus ventas y, además, genera utilidades durante el proceso, es posible que la empresa aumente su valor a futuro. Al ser accionistas, los inversores son dueños parciales del establecimiento, por lo que, al incrementar el valor de la compañía, ellos se ven beneficiados paulatinamente.
Dividendos
Se trata de una forma consistente de entregar ganancias a los inversionistas. En caso de que la empresa genere utilidades, las mismas pueden ser divididas entre los accionistas en forma de dividendos o salario. De esta manera, sin importar el nivel del crecimiento que la compañía experimente a futuro, los inversionistas se verán beneficiados. Esto se debe a que recibirán una cantidad anual por concepto de su inversión.
Fondos Mutuos vs. Acciones: ¿Cuál es la mejor alternativa?
Lo más recomendable es contar con ambas alternativas de forma simultánea, siempre y cuando sean de magnitudes diferentes. Si no temes a los altos riesgos de inversión y cuentas con la capacidad para asumirlos, prioriza las acciones. En caso de encontrarte en un punto medio, puedes mantener un equilibrio entre ambas opciones.
Asimismo, si eres un inversionista conservador, dales más importancia a los fondos mutuos. Los fondos mutuos ofrecen propuestas de corto plazo y bajo nivel de riesgo. No obstante, antes de tomar cualquier decisión, verifica los costos de cada alternativa, así como también a los encargados de manejar la inversión.