La portabilidad financiera es una ley emitida en el año 2020 para agilizar procesos entre las entidades bancarias y usuarios. Con esta es posible realizar el cambio de banco a otro, siguiendo una serie de pasos específicos y requisitos principales.
El propósito de esta ley es permitir que los clientes de bancos puedan elegir la institución que ofrezca mejores servicios. Existen diversos procesos para lograr este traspaso y que tienen procesos específicos según las propiedades y posesiones de los clientes.
Conoce aquí cómo funciona la portabilidad financiera y sus características más importantes dentro de las gestiones bancarias en el país.
Funciones básicas de la portabilidad financiera y sus tipos
La ley de portabilidad financiera entró en vigencia el 8 de septiembre de 2020 por parte de las autoridades nacionales. Dicha ley permite que un cliente de banco pueda traspasar sus bienes a otra institución que responda a sus necesidades.
Dentro de esta ley se establecen los parámetros y lineamientos necesarios para poder hacer el traspaso de las pertenencias bancarias. Existen dos tipos de portabilidad financiera, la estándar para servicios básicos de banco y la de subrogación, donde existen préstamos.
El proceso de portabilidad estándar requiere de un certificado de liquidación emitido por el primer banco hacia el cliente solicitante. Este documento es totalmente gratis y en él se plasman los servicios financieros que ha solicitado el cliente al banco.
Para que se pueda realizar esta gestión, el banco nuevo tiene que evaluar la situación del cliente para su aceptación. Luego puede emitir una oferta hacia el cliente con las condiciones aplicables a su solicitud y los servicios en disponibilidad.
Cuando el cliente acepta estos términos, comienza el proceso de contrato con el banco nuevo y cerrando el acuerdo anterior. En un tiempo límite de 6 días hábiles se tienen que cancelar los saldos pendientes y culminar los procesos faltantes.
Por su parte, la portabilidad de subrogación requiere de gestiones adicionales, como el pago de las deudas de las hipotecas. Al cancelar todo, se hace el traspaso del crédito hacia el nuevo proveedor de servicios bancarios, que debe inscribirlo rápidamente.
Esta inscripción se tiene que emitir hacia el Conservador de Bienes Raíces que gestiona los procesos en la región determinada. Cuando se cumplen todos estos pasos según la ley, ya se ha realizado el traspaso o portabilidad financiera con éxito.
Hay que recordar que el Conservador de Bienes Raíces tiene un plazo de 10 días hábiles para aceptar la inscripción.
Beneficios de realizar una portabilidad financiera
El principal beneficio es el de la mejora de los servicios financieros que puede obtener el cliente con el cambio. Esto implica que todos los bancos buscarán mejorar sus gestiones para disminuir las posibilidades de portabilidad solicitadas por los clientes.
Al hacer este proceso de traspaso, se puede conseguir un refinanciamiento de crédito por parte de la nueva entidad bancaria. Por lo tanto, la búsqueda final de esta gestión es mejorar los beneficios financieros de los involucrados.